La Facultad de Medicina de Concepción,
nace como una necesidad de espacio de estudio a nivel universitario – profesional para los jóvenes de la zona norte del país. Son varios los grupos comprometidos con este nacimiento, y es toda la sociedad concepcionera la que de alguna forma u otra aporta lo que puede para llevar a buen puerto esta gigantesca y magnífica idea.
En diciembre del año 2003, nace el sueño con la presentación de la Idea Petición de una Facultad de Medicina para Concepción, al presidente de la República en ocasión de su visita a nuestra ciudad con motivo del Acto de Graduación en el Centro Regional de Educación “Juan Emilio O’Leary”; todo ello en un deseo de capitalizar la declaración del 1º Congreso de Universidades de la República del Paraguay donde en su punto número cinco dice: “…apoyar la creación de la Universidad Nacional del Norte…”, corría el mes de agosto del 2003.
Los primeros pasos apuntan a ser una filial regional de la Universidad Nacional de Itapúa, y con esta idea comienzan las primeras negociaciones y presentaciones de proyectos, viajes y desvelos. Con el correr de los meses y con el mismo objetivo se planea la propuesta a la Universidad Nacional de Asunción, solicitando la Filial de la Facultad de Medicina en nuestra ciudad.
Ya desde el curso preparatorio de ingreso en el año 2004 se ve una profusión de alumnos deseosos de ingresar al curso de medicina, y estos llegan de todas partes del país y del extranjero. Lugares como: Luque, Itaguá, Vallemí, Buenos Aires, Arroyito, San Lorenzo, Obligado, Benjamín Aceval, Horqueta, Pedro Juan Caballero, San Pedro, Alto Paraguay y otros, que al enterarse de la apertura de esta Facultad, se acercan a esta casa de estudios superiores con grandes esperanzas de forjarse un futuro. En el año 2005 se observa el mismo espíritu
Eran 81 postulantes. Históricos primeros postulantes para el primer curso, de los cuales logran ingresar 40 de ellos al obtener los puntajes necesarios en los exámenes de ingreso tomados aquel 23, 24 y 25 de febrero del año 2005.
Desglose Interpretativo del Distintivo de la Facultad de Medicina de Concepción.
El Triangulo: símbolo insoslayable de la Trinidad Divina. De la perfección de lo creado por las manos del hombre. En varias culturas simboliza el equilibrio, así como la fusión de la mente, el cuerpo y el alma para dar como resultado a una personalidad íntegra.
La Denominación de la Casa Portadora del Distintivo (Facultad de Medicina) y su Mater (en un principio la Universidad Nacional de Itapúa) así como el nombre de la ciudad en el cual se enclava, en color verde o sinople, que simboliza la esperanza y la fe puesta en todo emprendimiento que se inicia, esto enmarcado por otro triangulo más pequeño que enclaustra las siguientes figuras. OBS: En la actualidad y desde el año 2008 Unidad Académica dependiente de la UNIVERSIDAD NACIONAL DE CONCEPCIÓN.
El Monumento al Indio: antiguo e importante monumento desde el punto de vista histórico para toda la zona norte, pues en el mismo funcionaba la única Radio que servía de nexo con la Capital del país y otras ciudades en los difíciles tiempos de la Guerra, luego, la misma Radio siguió prestando servicios ya en tiempos de paz. Es el símbolo por excelencia para la Ciudad de Concepción.
Las Serpientes: que son las fieles compañeras de Asclepio y/o Esculapio, y de las cuales se servían estos para extraer el veneno que se transformaba en antídoto, encerrando un sutil pero muy claro significado: del veneno al bálsamo, de la enfermedad a la cura.
Se logra la fusión de ambos símbolos con el solo hecho de retirar el caduceo (*) por el cual suben enroscadas las serpientes, esta licencia heráldica se fundamenta en lo siguiente. El símbolo de la Medicina: la vara con la/s serpiente/s enroscada/s, y los símbolos de otras ciencias afines a ésta, como ser Farmacéutica: la serpiente enroscada a una copa de cuello alto, Veterinaria: la/s serpiente/s enroscada/s a un caduceo similar al de la Medicina, por tanto no es el caduceo el símbolo principal de las artes médicas, sino la serpiente, siendo el caduceo un puntal para éstas.
Lema: “Primum non nocere”, que se traduce en las sabias palabras que dicen al estudiante o al Doctor ya hecho; “antes que nada, no hagas daño”.
El fondo del todo: de color blanco, impoluto y puro como el alma de los que ingresan a la carrera de Medicina, denota limpieza tanto de cuerpo y espíritu así como un pensamiento claro y diáfano para asimilar el conocimiento que aportan los maestros.
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(*)Caduceo, vara simbólica coronada por dos alas y con dos serpientes entrelazadas. Entre los antiguos griegos el caduceo lo llevaban los heraldos y los embajadores como distintivo de su oficio y como marca de inviolabilidad personal, porque era el símbolo de Hermes, el mensajero de los dioses. Según el libro IV de la Eneida, de Virgilio, el dios griego Apolo dio la vara a Hermes a cambio de la lira. En la mitología romana el símbolo se asocia con el dios Mercurio. También se llamaba caduceo a la vara de Asclepio, el dios griego de la medicina, con una sola serpiente entrelazada. El caduceo ha sido adoptado como símbolo de la profesión médica.
Asclepio, en la mitología griega, Dios de la medicina. Era hijo del dios Apolo y de Corónide, una hermosa muchacha de Tesalia. Disgustado porque Corónide le era infiel, Apolo la mató y entregó a su pequeño hijo al centauro Quirón para que lo criara. Asclepio aprendió todo lo que Quirón sabía sobre el arte de la medicina y pronto se convirtió en un gran físico. Como cometió el imperdonable pecado de dar vida a los muertos, el dios Zeus lo castigó con un rayo. Durante cientos de años después de su muerte, los enfermos visitaron los numerosos templos construidos en su honor. Allí ofrecían sacrificios y elevaban plegarias a Asclepio quien, según creían, se les aparecía en sueños y les prescribía remedios para su enfermedad.